La dificultad de frenar la euforia

La clasificación ya refleja la diferencia entre el Barça y los otros. Hasta ahora, muchos se acogían a que el peor Madrid estaba a muy pocos puntos del Barça. Eso ya no sirve. En dos partidos, el Barça le ha metido seis puntos al segundo, ocho al tercero y cuarto, y nueve al quinto, que es el Madrid. Pero lo más importante son las sensaciones. Este Barça está a años luz de sus rivales. El equipo de Guardiola es superior a sus rivales en todas las facetas del juego. Hasta a Guardiola le cuesta sacar defectos. Cuando un entrenador dice que aún les cuesta defender los saques de banda… Si todos los problemas son esos, tranquilos. Si tu equipo es el mejor técnicamente, está trabajado tácticamente y es fuerte físicamente, es difícil ganarle. A eso se añade que se ha entrado en dinámica positiva y, cómo dice el psicólogo Jose Carrascosa, «el fútbol es el resultado de un estado anímico». Y la mentalidad de la plantilla azulgrana es excelente. Lo más complicado será hacer ver a los jugadores que, en un partido, cualquiera te puede pintar la cara. El Madrid puede ganar en el Camp Nou pero para que eso pase, el Barça lo debe hacer mal y los blancos muy bien. Futbolísticamente hablando, el partido huele a goleada. El culé lo sabe y es curioso porque da la sensación de que la afición no se conformará con un 1-0. Quiere más. Y los jugadores también. Tienen clavado en el corazón el 4-1 de la temporada pasada y el 0-1 del Camp Nou. El año pasado, el Madrid de Schuster le hizo mucho daño al Barça de Rijkaard. Ahora, el Barça de Guardiola quiere devolverle el golpe. Es bueno que los jugadores tengan ese partido metido entre ceja y ceja. Ahora bien, el fútbol no es una ciencia exacta. En el fútbol, dos más dos no son cuatro. En el fútbol puedes hacer las cosas rematadamente mal y conseguir el objetivo. Y en el fútbol, como en la vida en general, los excesos acostumbran a ser malos consejeros. Que el aficionado disfrute de esta semana. Que los jugadores se relajen y se aíslen. Que no se confíen. Y que tengamos claro que el mundo no se acabará por un partido. La vida seguirá. Y la Liga no estará ganada… ni mucho menos perdida. Afortunadamente, el sábado, el Barça no tiene nada que perder. En cambio sí que tiene mucho que ganar.

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1 Responses to La dificultad de frenar la euforia

  1. SAGRANTANA dice:

    Dissabte se’ls ha d’humiliar. Ja se que Guardiola em diria que no tinc la mentalitat correcta, però no hi puc fer més. L’any passat ens van fer molt mal i tenim una oportunitat única de venjar-nos, no ho podem desaprofitar!

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