Courtois pudo ser del Barça

Era setiembre del 2010. Bojan Krkic padre llevó un vídeo al despacho de Zubizarreta sobre un portero belga que destacaba en su equipo. Tenía 18 años. Medía 1,98. Se activó el proceso habitual y el club mandó a un ojeador para espiar al futbolista. El informe fue positivo pero el club no se decidió a ficharlo.

El jugador era Thibaut Courtois. Actual portero del Atlético de Madrid aunque es propiedad del Chelsea. El contacto con el Barça se hizo unos meses antes de que llegara la oferta inglesa. Courtois destacaba en el Genk y su representante creía que había llegado el momento de abandonar el fútbol belga.

Su precio rondaba los tres millones de euros. Para fichar por el Barça, Courtois estaba dispuesto, incluso, a jugar en el Barça B. Tenía claro que venía para ser la tercera opción, por detrás de Valdés y Pinto. Además, el representante ofrecía la opción de que el Barça lo fichara y lo dejara cedido al Genk o a otro equipo si era eso lo que más interesaba. Y es lo que hizo el Chelsea, que pagó un precio superior al que manejaban para el Barça. Lo fichó y lo cedió al Atlético de Madrid donde está completando la segunda temporada.

Pero el club azulgrana no se decidió a ficharlo. Valorando pros y contras, no se veía clara la operación, y el caminó de Courtois se desvió del Camp Nou. El domingo pisará ese estadio. Lo hará mucho más consolidado en el fútbol europeo aunque con muchos aspectos por mejorar porque sólo tiene 20 años. Es uno de los tres finalistas al Golden Boy, premio al Mejor Joven de Europa. Y la temporada que viene jugará en la Premier. En Inglaterra lo señalan como el sucesor de Cech.